martes, 3 de diciembre de 2013

Óscar Lisbona, historia de una superación

El inicio del libro sobre su caso Coma, punto y seguido lo define: “Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria”. Óscar Lisbona, tenaz, soñador, luchador. Estos adjetivos y otros más son aplicables al jugador de baloncesto que sufrió un accidente de tráfico y que como él mismo dice “volvió a nacer” después de estar en coma profundo durante treinta y tres días. Sus ojos se abrieron cuando su corazón escuchó latir a “la Manquita” desde el helicóptero que lo trasladaba del Hospital de Cádiz hasta el Hospital Carlos Haya de Málaga, su ciudad. La luz que iluminó sus ojos lo ha acompañado desde ese momento y le da un brillo que transmite fuerza e ilusión por la vida, por el día a día.
Ese renacer le trajo momentos duros pero también acontecimientos que le hacen crecer como ser humano y como persona. Al hablar, parece más bien un fisioterapeuta que un licenciado en Educación Física debido a la jerga que ha tenido que ir adquiriendo por su situación.
Entrenador de baloncesto, elaborar su tesis doctoral, entrenador de personas con ictus, dar charlas y conferencias por los centros educativos, escribir libros y mil proyectos más, le hacen disfrutar de las cosas intensamente. Todo ello, salpimentado con su mujer y su familia (al hablar de ellos se le ilumina la cara) que le siguen dando alas para volar. Que el viento esté en contra es lo de menos.
La adversidad lo ha curtido y le gustan los retos, las cosas difíciles. Su cerebelo no lo deja guardar del todo el equilibrio. Sin embargo, no se puede estar más equilibrado. Son paradojas de estas pruebas que te pone la vida para diagnosticar hasta donde es capaz de llegar el ser humano.
Este día, 3 de Diciembre de 2013, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, este gran hombre (y no sólo por su altura), se ha pasado por nuestro instituto, el IES Sierra de Yeguas, para contar su experiencia al alumnado del centro. Ha sido muy enriquecedor contar con su testimonio que nos ha hecho mirar y sentir más intensamente la vida.
“¿Estás haciendo todo lo que puedes por alcanzar tu meta? ¿Te estás esforzando al máximo por conseguir tu sueño?” Estas son las preguntas que hábilmente le ha lanzado al alumnado de nuestro instituto para hacerles entender que el esfuerzo es la base del éxito y que si no luchas por conseguir tus objetivos no podrás quejarte  por no haber llegado a dónde querías.
El deporte, una vida sana, hábitos saludables y una alimentación equilibrada son los soportes en los que se sustentó su cuerpo para salir adelante. El amor de su familia y, especialmente el de su madre, los apoyos que su alma necesitaba para “volver a ser el de antes”, como afirma constantemente. Tras conocerlo y sentir la fuerza que transmite, no dudo que vuelva, no a ser el de antes, sino a ser todavía mejor.
Su nueva meta tiene que ver otra vez con el deporte. Quiere correr, y no con su coche automático, sino con sus piernas impulsadas por su cerebro y su corazón. ¿Lo logrará? ¿Alguien lo duda?.  Amigo Óscar, no dudo que te veré corriendo. Y me aventuraría a decir que tu carrera no acabará ahí.
Desde este pequeño rincón, quisiera recomendar a los centros educativos, a las autoescuelas y a otras instituciones públicas y privadas que cuenten con él para concienciar al alumnado sobre valores tan importantes para la vida como el esfuerzo, la integración, la superación, la educación vial, el respeto por los demás (y por uno mismo) y la humildad. También recomiendo el libro de Paco Rengel, COMA, PUNTO Y SEGUIDO (Abec Editores) sobre su caso.
Y con tu permiso Óscar, doy tus datos de contacto para todo aquél que quiera localizarte, pueda llamarte y sentirse tan especiales como nosotros nos hemos sentido hoy.
Gracias por enseñarnos que las dificultades nos hacen más fuertes y que nuestros sueños se pueden cumplir por muy lejanos que parezcan estar.


Óscar Lisbona Roldán
Licenciado en Educación Física
Conferencias en Seguridad Vial

Correo electrónico: olisbona@hotmail.com