El
inicio del libro sobre su caso Coma,
punto y seguido lo define: “Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la
gloria”. Óscar Lisbona, tenaz, soñador, luchador. Estos adjetivos y otros más
son aplicables al jugador de baloncesto que sufrió un accidente de tráfico y que
como él mismo dice “volvió a nacer” después de estar en coma profundo durante
treinta y tres días. Sus ojos se abrieron cuando su corazón escuchó latir a “la
Manquita” desde el helicóptero que lo trasladaba del Hospital de Cádiz hasta el
Hospital Carlos Haya de Málaga, su ciudad. La luz que iluminó sus ojos lo ha
acompañado desde ese momento y le da un brillo que transmite fuerza e ilusión
por la vida, por el día a día.
Ese
renacer le trajo momentos duros pero también acontecimientos que le hacen
crecer como ser humano y como persona. Al hablar, parece más bien un
fisioterapeuta que un licenciado en Educación Física debido a la jerga que ha tenido
que ir adquiriendo por su situación.
Entrenador
de baloncesto, elaborar su tesis doctoral, entrenador de personas con ictus,
dar charlas y conferencias por los centros educativos, escribir libros y mil
proyectos más, le hacen disfrutar de las cosas intensamente. Todo ello,
salpimentado con su mujer y su familia (al hablar de ellos se le ilumina la
cara) que le siguen dando alas para volar. Que el viento esté en contra es lo
de menos.
La
adversidad lo ha curtido y le gustan los retos, las cosas difíciles. Su
cerebelo no lo deja guardar del todo el equilibrio. Sin embargo, no se puede
estar más equilibrado. Son paradojas de estas pruebas que te pone la vida para
diagnosticar hasta donde es capaz de llegar el ser humano.
Este
día, 3 de Diciembre de 2013, Día Internacional de las Personas con
Discapacidad, este gran hombre (y no sólo por su altura), se ha pasado por
nuestro instituto, el IES Sierra de Yeguas, para contar su experiencia al
alumnado del centro. Ha sido muy enriquecedor contar con su testimonio que nos
ha hecho mirar y sentir más intensamente la vida.
“¿Estás
haciendo todo lo que puedes por alcanzar tu meta? ¿Te estás esforzando al
máximo por conseguir tu sueño?” Estas son las preguntas que hábilmente le ha
lanzado al alumnado de nuestro instituto para hacerles entender que el esfuerzo
es la base del éxito y que si no luchas por conseguir tus objetivos no podrás
quejarte por no haber llegado a dónde
querías.
El
deporte, una vida sana, hábitos saludables y una alimentación equilibrada son
los soportes en los que se sustentó su cuerpo para salir adelante. El amor de
su familia y, especialmente el de su madre, los apoyos que su alma necesitaba
para “volver a ser el de antes”, como
afirma constantemente. Tras conocerlo y sentir la fuerza que transmite, no dudo
que vuelva, no a ser el de antes, sino a ser todavía mejor.
Su
nueva meta tiene que ver otra vez con el deporte. Quiere correr, y no con su
coche automático, sino con sus piernas impulsadas por su cerebro y su corazón.
¿Lo logrará? ¿Alguien lo duda?. Amigo
Óscar, no dudo que te veré corriendo. Y me aventuraría a decir que tu carrera
no acabará ahí.
Desde
este pequeño rincón, quisiera recomendar a los centros educativos, a las
autoescuelas y a otras instituciones públicas y privadas que cuenten con él
para concienciar al alumnado sobre valores tan importantes para la vida como el
esfuerzo, la integración, la superación, la educación vial, el respeto por los
demás (y por uno mismo) y la humildad. También recomiendo el libro de Paco
Rengel, COMA, PUNTO Y SEGUIDO (Abec Editores) sobre su caso.
Y
con tu permiso Óscar, doy tus datos de contacto para todo aquél que quiera
localizarte, pueda llamarte y sentirse tan especiales como nosotros nos hemos
sentido hoy.
Gracias
por enseñarnos que las dificultades nos hacen más fuertes y que nuestros sueños
se pueden cumplir por muy lejanos que parezcan estar.
Óscar
Lisbona Roldán
Licenciado
en Educación Física
Conferencias
en Seguridad Vial
Correo
electrónico: olisbona@hotmail.com